Había una vez, en un pequeño pueblo cubierto de nieve, una niña llamada Lucía. Era la época de Navidad, y Lucía estaba muy emocionada porque le encantaba todo lo relacionado con esta festividad: las luces brillantes, el árbol decorado y, por supuesto, ¡Papá Noel!
Una noche, mientras Lucía se acurrucaba en su cama, escuchó un suave tintineo afuera de su ventana. Curiosa, se levantó y miró a través del cristal. ¡Allí, en el jardín, estaba un pequeño reno con una nariz roja brillante! Lucía no podía creerlo; ¡era Rodolfo, el reno de Papá Noel!
Lucía rápidamente se puso su abrigo y salió al frío, donde encontró a Rodolfo un poco asustado. "¿Qué haces aquí, Rodolfo?" preguntó Lucía. Rodolfo le explicó que se había perdido mientras ayudaba a Papá Noel a repartir regalos y no sabía cómo regresar al taller.
Lucía sabía que tenía que ayudar a Rodolfo a encontrar el camino de vuelta. Recordó que su abuelo siempre decía que la Estrella de Navidad brillaba más en la noche y guiaba a todos hacia su hogar. Así que Lucía tomó la mano de Rodolfo y juntos comenzaron a caminar hacia la colina más alta del pueblo.
Cuando llegaron a la cima, pudieron ver una estrella grande y brillante en el cielo. Lucía señaló hacia ella y le dijo a Rodolfo: "¡Esa es la Estrella de Navidad! Síguela, te llevará de vuelta con Papá Noel."
Rodolfo agradeció a Lucía con un suave mugido y levantó vuelo, siguiendo la estrella. Lucía lo vio desaparecer en el cielo y sintió una cálida sensación de alegría por haber ayudado en la noche de Navidad.
Al día siguiente, Lucía se despertó con una sorpresa especial. Debajo de su árbol de Navidad, encontró un regalo con una nota que decía: "Gracias por ayudar a Rodolfo. ¡Feliz Navidad! - Papá Noel". Dentro de la caja había un peluche de Rodolfo con su nariz roja brillante, igual al reno real.
Lucía sonrió, sabiendo que había vivido una aventura mágica que siempre recordaría. Y así, cada Navidad, miraba al cielo y pensaba en Rodolfo y la mágica noche que lo ayudó a encontrar el camino de vuelta a casa.
¡Feliz Navidad!
Bianney es una viajera del mundo, y una amante de la risa. Su sueño es simple: llevar un poquito de alegría y conocimiento a niños de cada rincón del planeta. Detrás de esta página, hay una ingeniera que sigue su propio cuento de hadas, viajando de un lugar a otro en su furgoneta camper, con su computadora mágica y su deseo de hacer el mundo un lugar más divertido.
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